SCHNITZLER, Arthur "La señorita Else"

"La señorita Else" es un relato breve de Arthur Schnitzler publicado en 1924 que narra la historia de una mujer que, como consecuencia de las convenciones de la sociedad, se ve obligada a realizar un acto denezlable. Al final del relato, el lector descubrirá cómo Else prefiere optar por el suicidio antes que ceder a las perversiones sociales.

Estamos, por tanto, ante un relato que contiene una importante crítica a la sociedad del momento. Para entenderlo en su plenitud, es necesario remontarse al tiempo y lugar en el que transcurren los acontecimientos. "La señorita Else" se enmarca en el periodo de decadencia del imperio austrohúngaro, momento en que comienza a extenderse la reformulación de la idea de género. La mujer ya no acepta su posición en la sociedad como mercancía y opta por no resignarse a esta idea.
Éste es el punto alrededor del cual se desarrolla el relato de Schnitzler. Else, una joven refinada y presumida, se encuentra en una encrucijada cuando, a raíz de los problemas económicos de su padre se ve obligada a pedir dinero al señor von Dorsday, viejo amigo de la familia. Éste decide que sólo le dará el dinero si le permite verla desnuda. Ante tal proposición, Else queda completamente aturdida, siendo sus pensamientos respecto a este asunto la base sobre la que se construye el relato.

La repulsión que tal acto le provoca supone una ruptura respecto a la anteriormente mencionada concepción de mujer como mercancía. A lo largo del curso de los pensamientos de Else, la sumisión de la mujer al hombre queda puesta en entredicho. Algo que en un principio parecía lo más natural del mundo (incluso para un lector de nuestro siglo) como consecuencia de la naturaleza de las convenciones sociales de la época, comienza a verse de una forma repulsiva y anormal ante los ojos del lector que se introduce de lleno en los pensamientos de Else. Sus constantes contradicciones y desvaríos no hacen sino acrecentar la sensación de que tal situación es completamente superior a ella y que la está consumiendo por dentro.

El estrecho vínculo que se establece entre el lector y Else permite que éste llegue a empatizar con ella de tal manera, que tanto su muerte social (el momento en que entra desnuda a la sala de música) como física, van a suponerle un tremendo impacto y desolación al constatar el hecho de que la sociedad ha sido la causante de su suicidio. Esto implica que tanto Else como el propio lector son en cierta manera culpables de su desgracia por la aceptación de convenciones que son sencillamente inhumanas.

Destaca por otro lado el uso de la primera persona como mecanismo de defensa ante un entorno amenazante, siendo ésta una tendencia muy propia de la literatura de finales del s. XIX. Las mujeres sienten la sociedad como un mundo hostil e injusto, en el que la humillación y denigración están a la orden del día. Vemos por tanto que el concepto de humillación (o puesta en duda del concepto de honorabilidad) está íntimamente relacionado con la sociedad. Else no tiene la capacidad de rebeldía que podría darse en la época actual ante tal situación, y es por eso que contempla el suicidio como única salida.

Personalmente, todo este trasfondo que "La señorita Else" esconde tras sus páginas ha conseguido fascinarme sobremanera. No solo estamos ante una potente crítica de la sociedad del momento, sino también ante una historia atrapante, opresiva y, para qué negarlo, endiabladamente entretenida. Se trata de un relato abstracto y etéreo por un lado, pero que al mismo tiempo se caracteriza por una exquisita ambientación y su riqueza en detalles. Además, en su factura no entra lo convencional, resultando sorprendente su originalidad en determinados recursos estilísticos. Por ejemplo, en un momento de la obra sorprende la inclusión de un par de pentagramas musicales correspondientes al "Carnaval" de Schumann. El carácter frenético de estos compases realza la fugacidad, excitación y furia del momento que tiene lugar en el relato. La frescura y originalidad de esta innovación supone una sorpresa en el lector y hace, si cabe, más impactante el final de la obra.

Estamos, por tanto ante una obra de gran interés histórico, que destaca por su capacidad para incitar al lector a la reflexión sobre aspectos que rigen nuestra sociedad y que, por su carácter usual, solemos obviar.


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